Wilfrido Ahedo Ángeles, alumno de filosofía de la UIC de la materia Antropología de las Religiones, nos presenta este escrito de su autoría, acerca de LA FIESTA DE LA UNIDAD PARROQUIAL, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Ajacuba, Hidalgo.
Para contactar al autor: willyahngel@hotmail.com
Contacto con la parroquia vía Facebook:
Parroquia Ntra Sra De Guadalupe Ajacuba
Diócesis de Tula A.R.
Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe
Ajacuba Hidalgo
F I E S T A D E L
A U N I D A D
P A R R O Q U I A L
En la Iglesia universal en el año 2004
el Papa San Juan Pablo II, convoco a vivir el año internacional de la Eucaristía
bajo el lema: “LA EUCARISTIA, LUZ Y VIDA DEL NUEVO MILENIO”. Y coincidió con el
Congreso Internacional de la Eucarística.
Conjuntamente con nuestra Iglesia Local
de Ajacuba, fuimos convocados por el entonces P. Emilio Zaragoza Lara que
fungía como párroco y como vicario en ese entonces Diác. Edgar Pérez, con el
apoyo de las Hermanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, nos convocó a
clausurar el año de la Eucaristía en la parroquia, después de la misión de
verano, el último domingo de Julio de 2004,
La clausura del año de la Eucaristía
fue de dos días; el sábado por la noche se realizó por primera vez una
procesión con el Santísimo por el circuito de la cabecera parroquial
concluyendo con la misa a las 7 de la noche; al siguiente día domingo conto con
la presencia de todas las comunidades que venían a la cabecera parroquial con
las imágenes de sus respectivos Santos patrones, en la mañana teniendo un punto
de reunión en la entrada del hoy actual centro de salud de Ajacuba, donde
partieron todas las comunidades hacia el pueblo de Ajacuba.
En el arco de Ajacuba se les esperaba
con los patrones de Ajacuba ‘la Virgen de Guadalupe, El Cristo de Santa Teresa
y la Virgen de Santa Jacoba en el Arco de la entrada de Ajacuba y la comunidad
de Ajacuba; se saludaba a cada comunidad y a la imagen de estas seles incensaba
y se les imponía una cuelga en señal de recibimiento y respeto al patrón y a la
comunidad por el Oratorio de danzantes de Apaxco representados por la Profesora
María Luisa Correa de Ajacuba, ese fue
un gran domingo en la cual la comunidad parroquial se reunía por primera vez,;
teniendo como invitados especiales al curso introductorio del seminario de Tula
y el Ballet “Ollin Azteca” de Ajacuba.
La
organización de la primera clausura fue una prueba y cáliz, que se fue
perfeccionando, como anécdota la primera vez soló la comida no alcanzo ya que
se esperaban mil personas y llegaron más; tiempo después los agentes de la
parroquia, las religiosas, reunidas con el P. Emilio evaluaban el evento de la
Clausura del Año de la Eucaristía y comentaban “Que fue muy bueno, que bueno que
se hiciera de nuevo”, entre otras opiniones.
Se
tomó la determinación de volverla a realizar es entonces que se les preguntó a
las comunidades que si estaban dispuestas a volverla a hacer a lo que ellos
respondieron que sí, a través de los años cada comunidad ha dado lo mejor de sí
para esta reunión y la primer valiente después de Ajacuba fue Tulancalco, la
comunidad más lejana de la parroquia que levanto la mano para organizar la
siguiente fiesta del 2005.
El
nombre de la “fiesta de la unidad parroquial”
Cada año se quería volver a vivir esta fiesta o reunión de
las comunidades, fue donde el entonces párroco Emilio invitaba a los agentes a
buscar un nombre para esta reunión que se llevaba los últimos fines de agosto y
se determinó esta fecha porque en la parroquia se llevaban las semanas de
misiones de verano en cada una de las comunidades, la misión de verano
consistía en que una semana en todas las comunidades de las parroquia se dieran
temas relacionados al catecismo y al crecimiento de la fe de las personas.
En
las reuniones de la Misión de Cuaresma se preguntó a todos los agentes sobre qué
nombre llevaría la reunión y con ayuda del P. Emilio y las hermanas se tomó el
nombre de La Fiesta de la Unidad Parroquial. De las personas que se reúnen
con un único fin celebrar la amistad y la unidad de ser Parroquia en Jesús con
la protección de Santa María de Guadalupe.
Teniendo
como bases, que cada año se cambiaría la sede de esta fiesta que hasta el día
de hoy se ha hecho así, que la comunidad que recibe se encarga de ofrecer los
alimentos en señal de unión con los demás fieles que los visitan, que cada
comunidad tendría un color para identificarse. Esto fue un principio, tiempo
después, el P. Edgar ya siendo párroco pidió a cada comunidad ser creativos, es
entonces que cada comunidad y grupo de la parroquia presenta un numero
artístico ya sea bailable, obra de teatro, alguna poesía, lo que fuera para
esta fiesta y así muchas y muchos niños, jóvenes, adultos y personas mayores de
edad han dado lo mejor de sí cada comunidad.
EL
día de la fiesta de la Unidad
La
fiesta de la unidad está llena de signos, el día de la fiesta. Todo inicia en
la mañana en cada comunidad que toca las campanas y hecha cuetes para reunirse
en su propia capilla y salir en caravana a la comunidad anfitriona con su color
respectivo, al llegar a la comunidad anfitriona se reúnen en el punto de llegada
y como llegan se forman con sus santos patrones, teniendo en cuenta que este
día la alegría caracteriza la gente.
Comienza la procesión a la llegada se
oyen cantos, se hacen presentes los adornos, se hace presente la cultura en el
arte de los arcos, las cuelgas, el incienso, el matrimonio, la mayordomía o el
comité de la fiesta de la unidad, las imágenes, El desayuno, la comida que se
hace en el trascurso de la fiesta, el desayuno es el primer convite de la
mañana que las mujeres y hombres de la comunidad lo hacen con gusto y
comparten.
La procesión inicia cuando la última
comunidad ha recibido los honores en la imagen de su patrón con la cuelga, esta
es impuesta por un matrimonio de la comunidad y se inciensa con un sahumerio u
asomado por la abuela de la comunidad, el humo que expide sube a Dios en acción
de gracias por la visita de la comunidad. La cuelga es honor y el incienso es
purificación y veneración para el santo que viene, la comunidad que recibe con
este símbolo da el recibimiento a la comunidad
La procesión se encabeza por la cruz de
la misión y por el fuego de los jóvenes de la carrera Antorchistas que traen
desde algún punto o desde alguna parroquia cercana, que inician llevando el
fuego que presidirá la fiesta y que simboliza verdad, vida y unidad en la
alegría, que sirve también para pasar la estafeta de la luz para preparar la
fiesta de la unidad del año que viene.
El primer convite es el desayuno que
ofrece la comunidad a las más de cinco mil personas que llegan ese día, y la
segunda convivencia es la comida y se prepara en el trascurso de la fiesta para
repartirse después de la Santa Misa. El Desayuno y la comida la comienzan a
preparar con donaciones de la comunidad y la misma comunidad se ofrece para
servir, se hacen grandes cantidades de arroz, carnitas, salsas, tortillas, agua
o refresco, atole, café, pan, tamales.
Durante el trascurso cada comunidad
tiene una participación importante con un canto, baile, poesía, obra de teatro,
que se prepara desde meses antes para presentarlos a la comunidad, de estos
momentos de alegría sale el ballet parroquial que es denominado Mazehuani teotl
o danzante de Dios.
Luego viene la parte más importante y
donde llega mucho más gente de todas las comunidades a participar de la Santa
Misa, esta celebración es de alegría y de gozo, los cantos son alegres, y es
una organización para esta liturgia con presencia de sacerdotes de parroquias y
congregaciones, en las ofrendas se ofrece lo propio de la región entre ello lo
que caracteriza a la comunidad como maíz, pero hay un signo que se les da a la
comunidad como recuerdo de participación, a la vez de que la comunidad
anfitriona entrega la luz a la comunidad que el año próximo tendrá la fiesta de
la unidad.
Sem. Wilfrido Ahedo Ángeles
Misionero del
Sagrado Corazón.
27 de Septiembre de 2015
Parroquia de Nuestra Señora de
Guadalupe
Ajacuba, Hgo.
11° FIESTA DE LA UNIDAD PARROQUIAL
COLONIA CUAHUTEMOC
FOTOGRAFÍAS cortesía de: Wilfrido Ahedo Ángeles